miércoles, 10 de enero de 2007

Cristianos y Progresistas: un camino



Presentación de Cristianos y Progresistas en Lanzamiento de Chile Priemro



Quiero agradecer esta invitación, para conversar acerca de la visión política que estamos desarrollando en Cristianos y Progresistas y que tiene como una de sus fuentes principales la Doctrina Social de la Iglesia.



Se nos presenta como una experiencia innovadora en política pero cabe la pregunta ¿qué tan innovador puede ser un colectivo político que se funda en ideas, que tienen más de 2000 años de antigüedad?, es más ¿que pueden aportar a la política chilena un puñado de supersticiosos, acompañados de unos pocos despistados, que no siendo supersticiosos, tienen en común el que todavía creen en las utopías?, después de todo, es materia sabida que el ser humano va perdiendo el sentido de trascendencia y solo le basta con gozar de su vida privada, de su "metro cuadrado", de su libertad que "termina donde empieza la libertad del otro" .



Vivimos en un mundo hiperconectado, y al mismo tiempo vivimos vidas fragmentadas, nuestras relaciones son breves y funcionales, las referencias sociales se han hecho pedazos, hoy los C2 y los C3 no luchan junto a los D y los E contra los ABC1, más bien la sociedad se ha llenado de tribus que luchan unas contra otras, haciendo que la pregunta sobre quién es el opresor y quién el oprimido se haya multiplicado hasta el infinito.



El heroísmo ha pasado a los libros de cuentos y de historia, el bien común es solo una idea sin contenido, el desarrollo es tener un ingreso de diez mil dólares per capita, la participación emitir un sufragio de vez en cuando, la seguridad escondernos en nuestras casas, la solidaridad un acto de farándula. Parece como si en el corazón de nuestra patria se estuviera dando una batalla por su identidad, una batalla entre el CONSUMIDOR del siglo XXI y el ROTO del siglo XIX, o si se prefiere entre Homero Simpson y Condorito.



Chilenos y Chilenas observamos el mundo por una ventana y lo hacemos en tiempo real, el problema es que nadie nos ve a nosotros, somos invisibles para las instituciones, invisibles para las organizaciones, invisibles para el Estado y lo peor invisibles para otros chilenos y chilenas, somos números, códigos, mail, huellas digitales, ¿habrá reaparecido el espectro del hombre masa?, ¿habrá vuelto el demonio del colectivismo?, ¿acaso no habíamos terminado con el Estado abusador e indolente?



Frente a este escenario nosotros como Cristianos y Progresistas afirmamos que el ser humano, en cualquier condición en que se encuentre, es desde su concepción y hasta su muerte, el fundamento, causa y fin de todas las instituciones sociales y de toda la vida económica y social, de este hecho se deriva la fuerza de la soberanía popular, que le permite darse cuerpos intermedios como los partidos políticos y otras organizaciones sociales y colocarlos frente al Estado y sus instituciones.



Este ser humano fundamento de la sociedad, demanda de esta un estricto respeto a sus Derechos Humanos, consagrados por el orden internacional, en sus tres vertientes:



Individual: que implica primero, el respeto a la vida humana en cualquier condición, luego la libertad de opinión y de expresión, y finalmente la seguridad individual que incluye la legitima defensa, en tanto derecho y deber para el que es responsable de la vida de otro.


Económica: que implica el desarrollo de una economía libre, con regulaciones que aseguren que ella sea realmente libre, ya que el orden social se funda en la justicia y la caridad, lo que implica, entre otras cosas, que los pobres tienen prioridad de servicio, de ahí emana el deber político de dar oportunidades de trabajo, favorecer el crecimiento económico y asegurar la existencia simultanea y competitiva de formas de propiedad privada, mixta y estatal


Social: que implica que el ser humano dotado de inteligencia y libre albedrío, tiene derechos y también deberes, su vida y el mismo no es un conjunto de sensaciones a experimentar sino una obra a realizar y la sociedad debe favorecer este empeño, mediante una real igualdad de oportunidades, una adecuada seguridad social, y una educación y salud de calidad


Los derechos y deberes del ser humano se corresponden y refuerzan produciendo armonía entre bien individual y bien común favoreciendo su natural inclinación al orden y la disciplina, y permitiendo la expresión de la solidaridad que es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común, siendo una forma eminente de ella la actividad política.



Consideramos que la acción política como ejercicio de soberanía popular puede y debe ser realizada tanto por los partidos políticos como por otras organizaciones, siendo un ejemplo de ello la lucha cívica de los 80 en que junto a la alianza democrática y el acuerdo nacional se desarrollaron la asamblea de la civilidad y los comités por las elecciones libres.



Los partidos y organizaciones que realizan actividad política deben ser encabezados por dirigentes que posean y cultiven virtudes cívicas como el diálogo y el respeto, mientras que las organizaciones en si mismas deben contar con ideas firmes, de tal modo que de la interacción de ambos elementos surja un orden político, fundado en la impersonalidad de la autoridad, y en la honestidad gubernativa.



Dirigentes y organizaciones políticas deben cautelar el ambiente humano y natural, por cuanto el subdesarrollo puede serlo en lo económico, lo cultural, lo político y lo humano, conllevando a un debilitamiento progresivo de la soberanía popular.



Solo el ejercicio responsable y empoderado de la soberanía popular, orientada por autoridades legitimas permitirá que Chile logre la liberación definitiva del mal social, que se expresa hoy en lo cultural, social, económico y político, y que está alterando radicalmente nuestra tradicional sobriedad, seriedad y hospitalidad, y dañando la convivencia pacífica y el dialogo, dos instrumentos que nos permitirían resolver los graves problemas que nos afectan.



Volviendo a nuestra pregunta inicial : ¿Qué puede aportar un colectivo político de inspiración cristiana?, creemos que básicamente algo de luz que permita ver a la corrupción y la descomposición estructural de nuestros partidos políticos como síntomas de ese mal social que se sostiene y amplifica por la dinámica de tribus políticas que tratan de capturar a los partidos usando todos los medios a su alcance, un ejemplo crítico de esto es la actual situación del PPD; enfrentar esta dinámica requiere en el corto plazo fortalecer la soberanía popular mediante acciones sociales y cambios legales, que permitan por ejemplo la implementación de penas inhibitorias, el desarrollo de indicadores de calidad de los partidos políticos y la ampliación del mecanismo de la segunda vuelta presidencial a las elecciones de senadores, diputados y alcaldes aumentando de esta forma la oferta de candidatos en la primera vuelta, sin aumentar el número de partidos.



Cristianos y Progresistas pretende actuar como un punto de encuentro político de los que, habiendo o no participado en política, quieren fortalecer la soberanía popular, y que reconocen en el discurso cristiano una fuente legítima de inspiración para que chilenos y chilenas puedan construir hechos políticos liberadores que nos fortalezcan en la esperanza de un futuro más humano y solidario. ¡Muchas gracias!



Comité Cristianos y Progresistas--

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